En esta ocasión, nos sumergiremos en un viaje que nos llevará desde la compra de los alimentos saludables hasta su digestión en nuestro organismo.
¿Hacemos la compra juntos?
¿Nos acompañas?
En este recorrido descubrirás cómo hacer una buena elección de alimentos para cuidarte desde dentro.
¡Tu salud depende del cuidado que le des a tu interior! Pero atención, no todos los alimentos saludables te pueden sentar bien. Algunos pueden hacerte daño si eres alérgico o intolerante. Por eso, pregunta a tu médico antes de comer algo que no conozcas. Así podrás cambiarlo por otro alimento que te proporcione lo mismo sin problemas.
¡Tu alimentación debe adaptarse a ti!
Para empezar, preparamos la lista de lo que necesitamos reponer. Revisamos la despensa y la nevera, y anotamos lo que debemos comprar.
¡Antes de continuar, algo importante!
Vamos a coger bolsas isotérmicas, aquellas que utilizamos comúnmente para productos congelados, pero también son ideales para mantener la cadena de frío en alimentos frescos que requieren refrigeración. Con estas bolsas, nos aseguraremos de que tanto los alimentos congelados como los no congelados mantengan la temperatura adecuada hasta llegar a casa, garantizando su frescura y calidad.
Bolsa nevera reutilizable ECO.
Es aconsejable utilizar estas bolsas tanto en invierno como en verano, para asegurarnos de que nuestros alimentos lleguen en perfectas condiciones a nuestro hogar. ¡Así podremos disfrutar de una compra saludable y segura!
Nos dirigimos al mercado, allí encontraremos alimentos de cercanía frescos y saludables.
Visitamos la Frutería y Verdulería
Elegimos variedades coloridas y llenas de nutrientes, como manzanas, zanahorias, naranjas, cebollas, patatas, champiñones, etc. Estos alimentos nos proporcionan vitaminas, minerales y fibra, esenciales para una dieta sana y equilibrada. Las frutas y verduras son fuente de antioxidantes, que nos ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y a fortalecer el sistema inmunitario.
Además, nos aportan energía y mejoran nuestra concentración y memoria. En situaciones en las que sea difícil acceder a alimentos frescos, los zumos y cremas preparadas que encontramos en el súper pueden ser una opción. Sin embargo, es importante elegir cuidadosamente aquellos productos que sean nutritivos, evitando aquellos con aditivos o azúcares añadidos. Es fundamental leer bien las etiquetas para informarnos del contenido del producto y poder elegir los más saludables. En general, los alimentos frescos y naturales suelen ser más económicos y nutritivos, pero en ciertos casos las opciones preparadas son una alternativa adecuada.
Continuamos nuestro recorrido y nos detenemos en la sección de proteínas:
Carnicería y Pescadería
Optamos por carnes magras con poca grasa como pollo, conejo, pavo, etc. y pescados blancos y azules, como sardina, caballa, salmón, etc., todos ellos ricos en proteínas de alta calidad. Las proteínas son fundamentales para el crecimiento y la renovación de los tejidos, especialmente de los huesos, la piel y los músculos. También apoyan el desarrollo del cerebro y el funcionamiento del sistema nervioso. Elegiremos entre los que más nos gusten. Si encontramos alguna oferta de los alimentos que solemos consumir merece la pena comprar más cantidad para congelar, de esta manera ahorraremos considerablemente. Los mariscos también proporcionan un buen aporte de proteína, y nos pueden dar mucho juego para la elaboración de diversos platos, así qué, si los encontramos a buen precio sería interesante adquirir alguna cantidad.
Ahora pasamos por la sección de Legumbres y Frutos secos
Encontramos gran variedad de estos alimentos ricos en hidratos de carbono y proteína vegetal. Las legumbres las podemos comprar secas, para cocerlas nosotros en casa, o ya cocidas. Si optas por comprar legumbres cocidas (estas suelen ser más sabrosas que las de “bote”), ¡un consejito! compra varios paquetes de diferentes legumbres y congélalos; el día antes de su consumo traslada del congelador a la nevera el paquete que prefieras (para que el proceso de descongelación sea correcto), ¡te quedarán perfectas!
¿Sabías que la combinación de cereal con legumbre (arroz con garbanzos, por ejemplo) proporciona proteína vegetal de gran calidad?
Esta es una excelente opción para personas que siguen una dieta vegetariana, ya que les proporciona todos los aminoácidos esenciales que necesitan para una alimentación equilibrada. Los cereales aportan metionina y cistina, mientras que las legumbres aportan lisina. Al unir estos alimentos se forma una proteína completa, similar a la animal.
Los frutos secos son un excelente snack saludable entre horas, pues nos sacian y nos aportan grasas buenas para el corazón, pero también una fuente de calorías que hay que controlar.
Lo recomendable es consumir entre 20 y 30 gramos al día, lo que equivale a una palma de la mano o entre 4 y 10 unidades, dependiendo del tipo de fruto seco. Por eso, no conviene abusar de ellos, no compraremos grandes cantidades. Para conservar su sabor y frescura, lo mejor es guardarlos en un lugar fresco y seco, y pelarlos justo antes de comerlos. Si los compramos ya pelados, hay que almacenarlos en un envase hermético para evitar que se oxiden o enrancien. También se pueden congelar para prolongar su duración. Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden ser alérgicas a ciertos frutos secos. Si experimentamos síntomas extraños al consumirlos, debemos consultar con un médico.
Ahora nos acercamos a la Huevería
Los huevos son una fuente completa de nutrientes, ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Son versátiles en la cocina y beneficiosos para el control de peso. Compraremos la cantidad justa para el consumo, recuerda que tienen fecha de caducidad y hemos de procurar consumirlos antes de esa fecha para garantizar su frescura y buen estado. Si por alguna razón no podemos adquirirlos en el mercado, no hay problema, también encontraremos en el supermercado huevos de calidad.
Salimos del mercado y nos dirigimos a la gran superficie donde solemos comprar el resto de alimentos que nos faltan, como aceite, sal, lácteos, conservas, etc. En nuestra búsqueda de una alimentación equilibrada, nos aseguramos de seleccionar productos saludables.
Revisamos minuciosamente las etiquetas para elegir aquellos que sean más beneficiosos para nuestra salud. En el caso de los cereales, optamos por los integrales, ya que nos brindan mayores ventajas. Por ejemplo, el pan integral es una opción rica en fibra, vitaminas y minerales, lo cual contribuye a regular el tránsito intestinal y controlar los niveles de colesterol.
¡Con la compra realizada, vamos de camino a casa! Llevamos el carro de la compra perfectamente organizado: los productos no perecederos en el interior y los que corren peligro de perder la cadena del frío, dentro de las bolsas isotérmicas. ¡Perfecto!
¡Estamos en casa! Ha llegado la hora de colocar toda nuestra compra en el sitio correspondiente. Los productos no perecederos van a la despensa. Si hemos comprado algún producto de limpieza o higiene personal, al lugar que tengamos destinado para ellos. Los congelados al congelador, en bolsas o recipientes adecuados y etiquetados para poder identificarlos. Y los alimentos que necesitan refrigeración a la nevera. Es importantísimo colocar todos los alimentos de la nevera protegidos. Utiliza recipientes o bolsas de conservación adecuadas. Los alimentos destapados se pueden contaminar unos con otros y activar la producción de bacterias. Como resultado, obtendremos deterioro del alimento y mal olor en la nevera.
¡No dejaremos que esto suceda! ¡Vamos a mantener siempre el orden!
Llega el momento de preparar una comida saludable utilizando los ingredientes que hemos adquirido. Procuraremos que nuestros menús cumplan las reglas del plato nutricional (50% verduras, hortalizas y frutas + 25% hidratos de carbono + 25% proteínas).
Métodos de cocinado saludables como horno, vapor o plancha ayudan a mantener el valor nutricional de los alimentos. Evitaremos el exceso de aceite y sal, resaltando el sabor natural de los alimentos. Por ejemplo, una ensalada de tomate con queso fresco, orégano y un poco de legumbre cocida está deliciosa y es muy sencilla de hacer. O quizás prefieras un guiso de pollo con verduras y patatas. Sea cual sea tu elección, recuerda que una alimentación saludable te ayudará a sentirte mejor por dentro y por fuera.
¡Ya tenemos nuestra comida preparada y nos disponemos a disfrutar de ella!
A medida que saboreamos cada bocado, nuestros sentidos se deleitan con los diferentes sabores y texturas. Mastiquemos despacio y apreciemos la combinación de sabores que los alimentos saludables nos brindan. ¿No te parece increíble cómo algo tan simple puede ser tan rico y nutritivo?
¡Comienza el proceso de digestión! La digestión empieza en la boca. La masticación y la mezcla de los alimentos con la saliva ayudan a descomponerlos y facilitar la absorción de los nutrientes. ¡Importante: todo lo que no mastique tu boca lo tendrá que masticar tu estómago con mucha más dificultad! Así que tómate tu tiempo para masticar y saborear. Además, al comer despacio, te saciarás antes y evitarás comer de más.
Los alimentos pasan al estómago, donde se descomponen aún más gracias a los ácidos gástricos y las enzimas digestivas. Estos componentes son esenciales para romper las moléculas complejas de los alimentos y facilitar su paso al intestino.
Continúan el viaje a través del intestino delgado, donde los nutrientes esenciales se absorben y pasan al torrente sanguíneo. Aquí es donde nuestro cuerpo aprovecha al máximo las vitaminas, minerales y proteínas presentes en los alimentos saludables que hemos consumido. Estos nutrientes son los que nos dan la energía y la vitalidad que necesitamos para afrontar el día a día.
Finalmente, llegan al intestino grueso, donde se absorbe el agua y se forman las heces. Este proceso nos ayuda a mantener un equilibrio hídrico (equilibrio de líquidos) adecuado en nuestro organismo y elimina los residuos no digeribles. Una buena hidratación y una alimentación rica en fibra nos ayudan a prevenir el estreñimiento y a mantener un intestino sano.
Cuidar tu alimentación es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar tu calidad de vida.
Esperamos que este recorrido te haya inspirado a hacer cambios positivos en tu dieta y a disfrutar de los beneficios de una alimentación saludable. 🍎🥗🥛
Para terminar, te proponemos un reto: durante una semana, intenta comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, reducir el consumo de azúcar y grasas saturadas, y beber suficiente agua. 💧🍊🥑 Luego, observa cómo te sientes y comparte tu experiencia con nosotros. 😊
¿Te animas? ¡Esperamos tu respuesta! 🙌
¡Hasta la próxima! 👋




Añadir comentario
Comentarios
Fascinante, leer tus blogs me ha animado a mejorar mi dieta!! Muchísimas gracias por toda la info, sigue compartiendo más porfavor 🙂